sábado, 28 de enero de 2012
La historia en Nepal de Icíar Bollaín
Entrevista de Covadonga Carrasco
Fotografías de José Haro
Hablar de una directora como Icíar Bollaín es hacerlo de la sensibilidad sin ñoñerías, de la realidad vista desde el punto más humano y como ella misma dice, con personajes en tres dimensiones. En esta ocasión Icíar se ha ido a Nepal para traernos una historia que toca todos los palos: la amistad, el amor, el esfuerzo, la dedicación, los ideales, la pobreza, la superación personal… Todas y cada una de estas cosas están en Katmandú, un espejo en el cielo una película redonda con una Verónica Echegui que está para quitarse el sombrero, enterrando para siempre la imagen que tenemos de ella de La Juani. Hablamos con Icíar Bollaín y nos dimos cuenta del motivo por el cual sus películas son tan cercanas.
Katmandú, un espejo en el cielo es una de esas películas en las que reflexionas no solo al salir, sino mientras la estás viendo. ¿Cómo llegas a esa historia?
Me llegó a través de unos productores, uno de ellos, Larry Levene, conoce a Victoria Subirana, la mujer en la que está inspirada la película y me da un guión que en principio no me convence. Me dice que hay un libro de sus primeros años en Nepal. Al leerlo veo que sí que hay una película y cosas muy bonitas de las que hablar, así que empiezo con el guión. A medida que avanzo me doy cuenta de que hay temas que aparecen en el libro y que puedo desarrollar aún más, como es el de las mujeres, el de las niñas, los problemas específicos que hay allí y me doy cuenta de que no va a ser una adaptación literal, sino que tendrá una inspiración libre.
Katmandú habla de amistad, de amor, de principios, de esfuerzo, de lucha… Era muy fácil caer en el sentimentalismo, sin embargo, podemos hablar de ella de mil formas, excepto definirla como una película “blandita”… ¿cómo fue el planteamiento? LEER +
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